EEl camping Les Medes es uno de los tres establecimientos que han participado en la prueba piloto del proyecto SMARTCAMP. Hablamos con su propietario, Josep Maria Pla, quien explica cómo ha vivido la experiencia y el potencial de la inteligencia turística, entre otras.

¿Cómo surge la participación del camping Les Medes en el proyecto?
Lo conocimos desde el primer momento a través de la Asociación de Campings de Girona, y enseguida nos sentimos identificados. SMARTCAMP no solo trata de tecnología o sensores, sino de gestionar mejor los recursos y el camping. En nuestro caso, decidimos participar aportando datos de gestión y rendimiento, que son una parte clave del sistema de inteligencia turística.

No habéis instalado sensores físicos, pero habéis aportado una gran cantidad de información de negocio. ¿Cómo ha sido este proceso?
Exacto, nosotros no hemos sensorizado aún el camping, pero sí que hemos compartido datos reales de producción, de ocupación, de procedencia de nuestros clientes, de consumos o de facturación por parcela y bungalow.
Estos datos han servido para alimentar los indicadores del sistema de inteligencia turística y probar su utilidad en la toma de decisiones. Es un ejercicio muy interesante, porque te permite ver tus resultados de otra manera y compararlos con tendencias generales del sector.

¿Qué habéis aprendido del proceso de trabajo con datos?
Que los datos tienen mucho más valor del que parece. A veces los tenemos, pero no los utilizamos lo suficientemente bien.
Con SMARTCAMP hemos aprendido a estructurarlos e interpretarlos, y eso nos ayuda a detectar patrones: qué nacionalidades tienen más impacto según la temporada, cómo evolucionan los ingresos por parcela o qué servicios funcionan mejor en determinados meses.
A partir de aquí, puedes tomar decisiones más fundamentadas, como flexibilizar tarifas o planificar la gestión del personal.

¿Habéis comenzado también a trabajar en un proyecto propio de innovación? ¿Nos lo puedes explicar?
Sí, estamos desarrollando torretas de servicios inteligentes para las parcelas.
El objetivo es que cada cliente pueda controlar su propio consumo de agua y electricidad, tome conciencia de su gasto y que nosotros podamos obtener datos agregados de todo el camping.
Es un paso adelante hacia la gestión eficiente y responsable de los recursos, y también una manera de dar más transparencia al cliente y de concienciarlo.
Es un proyecto que complementa muy bien el espíritu de SMARTCAMP, porque combina tecnología, sostenibilidad, seguridad y experiencia de usuario.

¿Cuál crees que es el principal valor de SMARTCAMP para los campings?
El principal valor es que pone la gestión de los datos en el centro. No todos los campings tenemos el mismo nivel tecnológico ni las mismas necesidades, pero todos tenemos datos: de ocupación, de ventas, de consumos, de reputación… SMARTCAMP nos da un marco común para recogerlos, compararlos y utilizarlos.
Esto nos permite mejorar cada uno desde su realidad, pero con una visión compartida de futuro.

Y de cara al futuro, ¿hacia dónde crees que debería ir el proyecto?
Yo creo que debería continuar abriendo camino para que cada camping pueda activar los módulos que realmente le aporten valor.
En nuestro caso, nos interesa mucho la parte de energía y de agua, pero también la de reputación, datos de competencia y de mejora de la seguridad. Lo más importante es que SMARTCAMP sea flexible, útil y fácil de utilizar. Si conseguimos eso, será una herramienta que todos querremos tener en nuestro día a día.

Si tuvieras que resumir en una frase tu experiencia, ¿qué dirías?
Que SMARTCAMP nos puede ayudar a mirar el camping con otros ojos: a entender mejor cómo funcionamos y a tomar decisiones de forma más eficiente.